LA LEYENDA DEL
CLAVEL CHINO
Ocurrió en un vasto
jardín donde entre las malas hierbas, las más hermosas flores exhibían sus más
radiantes y bellas formas. Sólo contemplar el espectáculo los sentidos quedaban
plenos.
Algunas, al
mirarlas, recibías la sutil melodía de Claro de Luna de Claude Debussy, otras
te proporcionaban a la vista el sabor de las más exquisitas frutas tropicales y
también las había que sin un solo roce eran el tacto del plumón de un ave
recién nacida.
Entre tantas
maravillas destacaba una dulce rosa roja y un elegante clavel amarillo. Ambas
sobresalían no por el arrullo de sus voces, ni por el sabor dulce que pudieran
emanar, ni por la suavidad de seda que transparentaban. Simplemente eran tal y
como siempre las hemos identificado en cualquier jardín, sencillas y con un
pétalo más o menos, igualmente bellas.
En su semejanza
fueron atraídas y cada anochecer cuando la luna jugaba haciendo sombras con los
rítmicos recortes de los pétalos del clavel, la rosa intentaba respirar
profundamente para acaparar la felicidad que el clavel lograba en esos
instantes pero su distancia siempre la hacía llorar. De las lágrimas que año
tras año resbalaban por su tallo, fue creciendo sobre un terreno húmedo y
algunas lágrimas llegaban a solidificarse produciendo espinas en el tallo de la
misma (por eso las rosas ahora tienen espinas).
Nunca una lágrima
queda insustancialmente derramada y estas hicieron crecer día a día el tallo de
la melancólica rosa, hasta que sin haberlo esperado y tras una larga ausencia
llegó a postrarse al lado del clavel. Este que siempre había sido su confidente
añorado y feliz de abrazar su encanto, quedó preso y arraigado a la rosa,
llegando ambas flores a fundir sus tallos y sus pétalos hasta consumirse.
Sólo quedó la
esencia de ambas y de ello nació un clavel chino.
Se cuenta que cada
noche de luna llena, cuando la misma juega con el clavel chino, en la sombra
del mismo se contempla a la rosa y el clavel en su eterno abrazo.
Juan Bautista Velasco Pérez http://amor-en-soledad.blogspot.com.es/
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