EL PERDÓN...

Cada día suelo conectarme con el perdón, por lo que hoy me motiva hablar de él. Cuando se practica con regularidad nos damos cuenta que es una de las medicinas más gratificantes que tenemos, y lo mejor… es GRATIS! (Lo estribo con mayúscula porque como humanos solemos registrar y activar las teclas cuando vemos esta palabra!)

Dar el primer paso para activar el perdón es el menos fácil… superar el Ego! Dejar a un lado nuestro profundo sentimiento de mantenernos siendo “víctimas” de la vida, de nosotros, de otros y del hoy.

Revisando los pasos que suelen preceder al perdón, me he dado cuenta que sin quererlo nos sentimos heridos por las cosas que consideramos debieron ser y no han sido, debieron suceder y pasaron cosas distintas, en fin, todo lo que en esa tónica pueda generase. De esta manera nos hacemos “víctimas” de nosotros mismos! para sentir auto-compasión o para lograr la compasión de los demás, peor aún… nos regocijamos con ello!

Sin percatarnos nos anclamos en ese sentimiento y creemos que estamos siendo infelices. No, no lo somos! Nos sentimos justo como queremos! Queremos ser víctimas y lo somos! Nos queremos regocijar en ello y nos regocijamos!... Hasta el momento que hagamos un “Alto”, decidamos superar el Ego y abrirnos paso!

Es en ese momento en el cual nos convertimos en el mejor psicólogo, terapeuta y médico que hayamos buscado!

Existen muchos ejercicios de Perdón, pero mi intención no es explicar estas técnicas ni evaluar las más efectivas. Todas son muy buenas y para conocerlas podemos recurrir desde el Internet hasta maestros, guías espirituales, sacerdotes, y cuantos especialistas y expertos podamos encontrar! Sin embargo, ninguna técnica será efectiva si no reconocemos la acción del Ego y decidamos colocar nuestro amor propio en armonía con nuestros sentimientos.

Esto nos lleva a una segunda toma de decisión… reconocer y perdonar el único causante del sentimiento que hemos de superar. Ese al que nos aferramos gracias al Ego, luego de sentirnos víctimas. No importa cual sea… rabia, ira, dolor. Es decir, debemos auto-perdonarnos!…

Muchos dirán… “esta está tocada!... “Otros” me hacen sentir mal y Yo debo perdonarme! “ Pues si, esa es la manera! Debemos asumir la responsabilidad de lo que vivimos y sentimos. Siempre será mucho más fácil transferir la culpa a otros, pero no es así como funciona!

Asumir la responsabilidad no es para sentir culpa. En el momento que asumo mi parte de responsabilidad estoy en la capacidad de soltar un gran peso. Es un momento significativamente liberador! Al logarlo recapacitamos de todo el daño que nos ocasionamos y notamos que la parte que creíamos causante de nuestros males – los terceros u “otros” – solo fueron un instrumento para ayudarnos a reconocer nuestros errores, aprender de ellos y superarlos.

Si cada día podemos hacer un “alto” a nuestra condición de víctimas, superar el ego asumiendo nuestros sentimientos, nuestras acciones y nuestras vivencias, seremos capaces de sentirnos felices con nuestra existencia y actuaremos a través del Amor. No permitiremos que nuestro “ego” visto desde los “otros” pueda ocasionar inestabilidad en como nos sentimos por lo que nuestra felicidad dependerá exclusivamente de nosotros mismos.

Cariños
Alazny